Y digo yo, puestos a elegir, ¿no habría sido mejor tumbarse a disfrutar del verano y del amor unos metros más allá? Tras mucho divagar y mucho discutir todo esto con un grupo de personas a raíz del dichoso programa, acabé aceptando la invitación de alguien para ir a cenar a casa de unos amigos suyos que practicaban el “nudismo casero”. Así rezaba uno de los anuncios del Festival Swingfields, una de las fiestas de intercambio de parejas más grandes del mundo, celebrada el pasado fin de semana en la localidad británica de Worcestershire.