Tan quieto estaba que la gente empezó a preocuparse. La pelota no se separaba de su pie y el rumor de la gente iba subiendo. A pocos segundos del final, el base Tomás Jofresa logró una canasta que ponía dos puntos arriba al conjunto verdinegro. Se deslizó un momento y se quedó quieto sobre el campo, en una esquina del campo, como un animal escuchando los sonidos del fútbol.